Plan Procrear

En muy poco tiempo podemos llegar a ver como se duplica el peso de los créditos hipotecarios en términos del PBI.

La importancia que registra el mercado de préstamos hipotecarios en un país se mide en términos de cuánto representa el monto total otorgado en relación a su PBI.

Según este indicador, Chile sería uno de los países con mayor profundidad financiera en la región ya que los créditos para la vivienda representan, actualmente, más de 7% del PBI.

A su vez, existen rumores sobre que el plan Pro.Cre.Ar viene a suplir la carencia de créditos hipotecarios y, fundamentalmente, a implusar a un sector clave de la economía, debido a que la actividad de la construcción se encuentra en franca desaceleración (el ISAC creció 0,6% anual en los primeros cuatro meses del año, mientras que el Índice Construya varió -1% anual, o despachos de cemento -5,4% anual).

Po lo tanto, la construcción, que representa aproximadamente 6% del PBI y 9% del empleo urbano, no crecía y esto se encontraba amenazando al empleo.

Los créditos resultan sumamente convenientes para quienes logren obtenerlos, ya que su cuota se verá beneficiada por la diferencia entre la tasa del crédito a pagar y la inflación, aunque los tomadores del mismo deberán asumir los mayores incrementos de los costos de construcción que se presentarán en el transcurso de la obra.

El plan Procrear busca dar una respuesta a las trabas que impiden el acceso masivo al crédito hipotecario. Dos son los principales impedimentos en este caso: el descalce que representa el hecho de que más de 90% de los depósitos bancarios están colocados a menos de 90 días, mientras que los créditos hipotecarios son a 20 años.

Y, como se mencionó anteriormente, la imposibilidad real de que existan líneas de créditos con tasas de interés menores a los dos dígitos, debido a que la inflación anual se estima sobre 20%.

Dentro de la coyuntura actual, el plan lanzado recientemente por el Gobierno es una muy buena noticia, aunque habrá que evaluar con el paso del tiempo si los objetivos planteados pueden concretarse (lo que como mencionamos podría hacer repuntar notablemente el sistema crediticio) o si se presentarán nuevos inconvenientes en la instrumentación, como ha ocurrido en el pasado. Por otro lado, hay que tener en cuenta, que este tipo de planes, como los anunciados en otras ocasiones, tiene fecha de vencimiento y no termina por resolver problemas estructurales propios del país que dificultan el acceso a la vivienda propia.

En términos de crecimiento, “la incidencia sobre el PIB podría alcanzar dos puntos porcentuales, aunque probablemente concentrada en 2013”.
En caso de que el plan permita construir 100 mil nuevas unidades entre 2012 y 2013, el impacto en materia de empleo sería significativo, de 220 mil puestos de trabajo, entre efectos directos e indirectos.

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