Existe un retraso en la entrega de viviendas, a tal punto que el 48% de viviendas nuevas se entregó fuera de plazo en 2012. Esto se debe a la escasez de mano de obra y retraso en la entrega de permisos son los factores que terminan alargando la espera de los compradores inmobiliarias.
Un 52% de los clientes que compraron viviendas nuevas entre marzo del 2012 e igual mes del 2013 declaran haber recibido el inmueble en el plazo acordado, mientras que 36% reconoce que no recibió la propiedad en el plazo previsto pero sí dentro de un periodo razonable, y el 12% restante reclama la entrega de la vivienda absolutamente fuera de plazo.
Dichos datos fueron auspiciados por la consultora TGA, representante de Great Place to Live, quien encuestó a clientes de 28 proyectos de 10 inmobiliarias que recibieron viviendas ubicadas en el Gran Santiago, Iquique y la Región de Valparaíso.
Las comunas donde se ubican estos proyectos son Ñuñoa, Peñalolén, Puente Alto, Las Condes, Maipú, Estación Central, Santiago, La Florida, Iquique y Viña del Mar.
Empresas Inmobiliarias:
Las razones argumentadas por las empresas inmobiliarias para el retraso en la entrega se encuentran escasez de mano de obra y demora en la tramitación de permisos por parte de los organismos públicos pertinentes.
El 77% de los clientes encuestados se ha contactado con post-venta, mientras que 23% restante no se ha contactado con las inmobiliarias tras la entrega de la propiedad.
Las razones argumentadas son las siguientes:
- no registra problemas (45%)
- falta de tiempo (25%)
- no sabe como hacerlo (11%)
- no ha estado en el inmueble (7%)
- otros motivos (12%).
Respecto al 11% de clientes que no sabe cómo contactarse con la inmobiliaria, es un aviso para que las inmobiliarias mejoren la entrega de información y la cantidad de tiempo de este proceso.
De acuerdo a la encuesta, 47% responde que efectivamente compraría una propiedad en otro proyecto de la misma empresa, el 38% declara que “tal vez volvería comprar un proyecto de la inmobiliaria” y el 15% restante precisa que “no volvería a comprar” esa marca.
Así también, 76% de los compradores que no conocían previamente la empresa señalan que tienen una imagen positiva de la inmobiliaria y un 24% una visión negativa.
La inmobiliaria quiere vender y el cliente comprar, pero hay ocasiones en que simplemente no se puede, aunque haya una promesa escrita de por medio. Pueden pasar meses antes de que la persona reciba las llaves y si no puso atención a lo que firmó, muchas veces se está de manos atadas.
Si bien las demoras pueden deberse a problemas propios de la obra, muchas veces tienen relación con factores externos. Lo más común: dilaciones en la recepción municipal.
Es frecuente que las inmobiliarias se obliguen a vender y el futuro propietario a comprar sólo una vez que se otorgue la recepción final, fecha que ambas partes desconocen.